Las tensiones entre Estados Unidos y China siguen escalando a pesar de que los presidentes Joel Biden y Xi Jinping terminaron una llamada con planes para celebrar lo que será su primera cumbre cara a cara. Con todo, no se espera que las dos economías más grandes del mundo detengan sus disputas hasta que los dos mandatarios finalmente se reúnan.
Estados Unidos y China por ende corren el riesgo de un nuevo enfrentamiento si se concreta la visita a Taiwán de Nancy Pelosi presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en lo que será uno de los destinos de su gira por Asia. El gobierno chino ya ha advertido sobre una respuesta firme y fuerte a cualquier viaje diplomático de ese tipo.
Estados Unidos: el dilema de qué impresión dar al mundo
El presidente norteamericano se enfrenta a enormes presiones políticas internas si finalmente Pelosi no aterriza en Taiwán pues podría dar la impresión de que Estados Unidos ha cedido a las demandas de China.
El antecesor de Biden, el expresidente Donald Trump, hizo una visita de Estado a Beijing y tan solo una semana después aumentó los aranceles contra el país, por lo que los lazos entre ambas naciones han seguido deteriorándose.
Los diplomáticos de ambos lados han ido dejando los comentarios amables y políticos para dar pasos a intercambios de críticas directas mientras el público en casa los anima a ello. La reciente llamada entre Biden y Xi Jinping ratifica la tendencia de los gobernantes de estas naciones a hablar mientras se lucha.
El imperio asiático deliberadamente se negó a etiquetar la conversación como constructiva, término que había utilizado en otras ocasiones mientras que el presidente sigue con sus amenazas de una confrontación militar sobre Taiwán.
Una exhibición de poder entre China y Estados Unidos
La mayoría de los analistas estiman que, de concretarse el viaje a Taiwán por parte de Pelosi, China evidenciará su descontento con incursiones de aviones de combate o patrullas navales cerca de la isla. En contraparte, Estados Unidos enviará un grupo de ataque de portaaviones el cual está navegando hacia el área colocando al gobierno de Biden en posición de responder.
Los próximos meses serán determinantes, especialmente porque ambos gobiernos desean demostrar al mundo su determinación de hacer frente el uno al otro antes de un evento interno crítico para cada uno de ellos: por parte de China el 20° Congreso del Partido Comunista Chino y por otra parte Estados Unidos que tendrá las elecciones de mitad de periodo del congreso.
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