Dentro de cualquier empresa u organización, el clima laboral representa un aspecto determinante en su funcionamiento, generando una serie de ventajas sobre la productividad cuando es favorable, o conduciendo a resultados empresariales desfavorables y fuga de talento si resulta inadecuado.
La falta de liderazgo y transparencia de directores o gerentes, representan el principal detonante de un mal clima laboral, evidenciándose alteraciones entre los trabajadores que perjudican no solo su estado personal, sino que comprometen la productividad general de la empresa.
Atendiendo a ello, se vuelve crucial implementar una estrategia que persiga mejorar el clima laboral; aunque es sobre el departamento de Recursos Humanos donde recae la mayor responsabilidad, no debemos olvidar que el mismo está directamente vinculado a la cultura organizacional.
Importancia de un buen clima laboral
El ambiente laboral figura entre los factores que condicionan el progreso de una organización o empresa, entendiéndose que su productividad es proporcional a la existencia de un entorno saludable en el que los trabajadores den el máximo de su capacidad de forma natural.
Un clima de trabajo positivo, adecuado y estimulante supone la certeza de una plantilla motivada y comprometida con el negocio, donde las relaciones de trabajo están enfocadas en el logro de los objetivos generales.
La ausencia de una estrategia que mejore el entorno laboral trae consigo situaciones conflictivas y deficiencias en la producción, haciendo necesario el diseño de un plan de acción enfocado en elevar la motivación del personal, impulsándolos a tomar decisiones que incrementen la productividad.
¿Cómo mejorar el clima laboral sin fallar en el intento?
Motivar al personal no solo mejora la forma de trabajar y la comunicación interna de la empresa, sino la interacción empleado-empleador y la gestión de tareas. Aunque la estrategia puede variar, en líneas generales el plan de acción debe incluir:
Priorizar el respeto
De todos los valores, es el respeto el que debe imperar entre los integrantes de la organización; un ambiente de trabajo donde el trato –sin distinción de los niveles– se sustente en respetarse los unos a los otros, representa una base inquebrantable sobre la que construir relaciones de empatía y tolerancia.
Asimismo, es la clave en las interrelaciones igualitarias, el apoyo de la diversidad y la promoción de la armonía, logrando el equilibrio perfecto en un ambiente favorable.
Encontrar el mejor feedback con los empleados
El feedback es un proceso que demanda especial cuidado, trabajo cuidadoso y constante; cada empleado es una persona y como tal quiere ser tratado en lugar de sentirse un número más dentro de la organización.
Lograr que cada empleado se sienta parte del proyecto requiere invertir tiempo y espacio para escucharlo, además de tomar en cuenta su opinión. Más que un simple “postureo”, el feedback es una herramienta que añade valor al negocio en el colectivo el sentido de pertenencia y deseo de mejorar.
Trabajar en la capacidad del liderazgo
Para alcanzar el éxito, un negocio debe brindar a sus empleados un clima laboral positivo, algo imposible sin la gestión de un buen líder. La capacidad de liderazgo implica tener la flexibilidad suficiente para enfrentar cualquier tipo de situaciones de forma personalizada.
El manejo adecuado de las crisis resulta vital para el desarrollo de las actividades diarias; el líder tiene que ser una persona capaz de transmitir el mensaje idóneo en el momento justo, y de manera correcta al equipo, mostrando la seguridad necesaria para que los empleados confíen en él.
Combinar técnicas de liderazgo con un ambiente de trabajo adecuado, marca la diferencia entre trabajadores que dan todo por el proyecto, y aquellos despreocupados por su rendimiento o que incurren en absentismo laboral.
Reconocer el trabajo de los empleados
Ganarse la confianza del equipo es una de las pautas clave en la estrategia; la falta de reconocimiento impide que el personal se sienta valorado. No basta tomar en cuenta la opinión de cada persona, es vital reconocer sus logros y el avance en la consecución de los objetivos.
Premiar a los empleados o agradecer por su gestión, rinde un efecto igual de positivo en el ambiente laboral que incentivarlos a participar en la toma de decisiones, ya que se transmite la importancia que tienen para el equipo, motivándolos a trabajar y acudir a sus superiores ante dudas o nuevas propuestas.
Mejorar el entorno
El clima laboral favorable implica brindar un espacio de trabajo confortable, a fin de cuentas, es el lugar donde los empleados pasan la mayor parte del tiempo en su cotidianidad.
Además de amplio y bien distribuido, el lugar de trabajo tiene que equiparse con lo necesario para garantizar el bienestar y rendimiento del personal dentro de la empresa, ofreciendo orden, buena iluminación, la correcta limpieza e iluminación.
Asimismo, conviene integrar un espacio común en el que los integrantes del equipo puedan compartir sus ideas, y que de preferencia, incluya tanto una pizarra como herramientas actualizadas y en óptimo funcionamiento. No está de más agregar cuadros inspiradores y carteleras informativas.
Aceptar la importancia de la flexibilidad horaria
Está comprobado, la flexibilidad representa una necesidad para el trabajador actual; numerosos estudios dejan al descubierto lo inadecuado y contraproducente para la producción que resulta el horario tradicional de oficina de 9 de la mañana a 6 de la tarde.
Debido a que no todos alcanzan igual nivel de productividad a las mismas horas, brindarle al personal la libertad de un horario que pueda adecuarse y sea consecuente con la conciliación personal y familiar, es un gesto que sabrán agradecer, sintiéndose valorados.
No está de más, brindar la posibilidad del trabajo en remoto al menos una vez por semana, estrategia que eleva el nivel de autonomía y despierta el interés por cubrir más horas del reloj y alcanzar las metas globales.
Fomentar el team building
Otro recurso que toma relevancia en los últimos tiempos pare mejorar el clima laboral en la empresa es la organización de actividades fuera del espacio empresarial; adicional a lograr un ambiente menos distendido, consigue reforzar el compañerismo y trabajo en equipo.
La integración y satisfacción de los empleados desencadena compromiso con la organización y motivación, dos aspectos elementales que resaltan el valor organizacional.
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