Es todo un hecho que con el pasar de los años va disminuyendo la calidad del sueño. Una investigación publicada en la web de la revista Science, ha confirmado esta teoría. Luis de Lecea coautor del estudio y profesor de la Universidad de Stanford explicó que más de la mitad a las personas mayores de 65 años tienen problemas con la calidad de su sueño.
Agregó que la falta de sueño puede estar asociada a varias enfermedades como la diabetes, depresión o hipertensión. A fin de determinar por qué la calidad del sueño se veía afectada con el paso de la edad los investigadores estudiaron los circuitos cerebrales involucrados en el cerebro de los ratones y como cambian estos con el tiempo.
Los resultados demostraron que la degradación de un tipo de neurotransmisor en específico estimula el cerebro, y hace que esté en alerta y lo relacionan con el origen del problema de la falta de calidad de sueño.
Las hipocretinas y su relación con la calidad del sueño
Las hipocretinas son un tipo de neurotransmisor cerebral producido por una pequeña parte de las neuronas del cerebro. Ya desde hace décadas se había demostrado que la degradación de estos neurotransmisores producía narcolepsia en algunos pacientes. En 1998 el profesor Luis de Lecea junto a otros científicos habían descubierto la relación entre las hipocretinas y el hecho de mantener al cerebro en estado de vigilia.
Siguen los estudios de las hipocretinas
Los investigadores ahora se centraron en determinar cuál era el comportamiento y la relación que tiene con el paso del tiempo y para ello se valieron de dos grupos de ratones: uno compuesto por ratones jóvenes y otro por ratones de más edad. Según la conclusión del análisis los ratones de más edad perdieron aproximadamente un 38% de hipocretinas a diferencia de los jóvenes.
Además de esto, las hipocretinas restantes presente en los ratones viejos se activaban más fácilmente cuando son estimuladas. En otras palabras, las hipocretinas se desencadenarían mucho más fácilmente creando una sobre estimulación de la actividad cerebral por lo que las neuronas tienden a estar más activas y de allí que los mayores se despierten con más frecuencia.
Esta investigación es muy prometedora pues puede aportar más luz sobre el desarrollo de nuevos tratamientos, en particular para las personas que sufren trastornos del sueño. Esto sería un gran avance ya que los actuales fármacos son predominantemente somníferos que pueden provocar dificultades cognitivas o incluso caídas.
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