Los ETF son fondos cotizados o fondos de inversión que se pueden comprar y vender a lo largo de una sesión de bolsa, tal y como se hace con las acciones, y frente a los fondos de inversión tradicionales que solo se negocian una vez al día.
Esta flexibilidad ha convertido en los ETF en una gran herramienta para el trading. También, porque hacer trading con ETF permite invertir en el activo que replican, normalmente índices, a un precio reducido. Su éxito se ha disparado en los últimos años.
Por ejemplo, el número de ETF en todo el mundo supera los 8.552 en 2020, pues han crecido a un sorprendente ritmo del 2.650% entre 2033 y 2020, según los datos de Statista. El valor actual de los activos en manos de ETF globalmente es de unos 10,02 billones de dólares, siendo el SPDR S&P 500 el mayor ETF por capitalización de mercado con unos 397.860 millones de dólares.
Un estudio de la Reserva Federal (Fed) estadounidense indica que desde el año 2000, la industria de la gestión de activos ha vivido un cambio significativo gracias a la rápida expansión de los ETF. El motivo de ese estudio de la Fed era el de demostrar que el creciente papel de los ETF como canal para el flujo internacional de capitales ha elevado la exposición de los mercados emergentes al ciclo financiero global.
Recordemos que los mercados emergentes son los que se encuentran en países donde hay un mercado desarrollado, pero no cumple con ciertos estándares que lo convertirían en país desarrollado. O bien son países que pueden convertirse en desarrollados en un futuro, o bien países que ya lo fueron anteriormente. Toda América Latina es un mercado emergente.
Los flujos de capital vía ETF son distintos a los de los fondos tradicionales
Básicamente, la conclusión de la Reserva Federal es que el mayor uso de ETF como instrumento de inversión para los flujos de capitales internacionales hacia los mercados emergentes ha elevado la exposición de estas economías al ciclo financiero global.
Por otro lado, los resultados presentados por el informe crean la pregunta de por qué los flujos de ETF responden de forma diferente a los factores globales y locales. Puede ser que esto sea producto de la liquidez percibida de los ETF o diferencias entre los inversores que utilizan los ETF.
Para los expertos de la Fed, hay más sensibilidad a los factores externos entre los inversores que utilizan ETF para hacer trading en los mercados emergentes que entre los que utilizan fondos de inversión tradicionales.
Vamos, que los inversores en ETF de mercados emergentes son más sensibles a los cambios en las condiciones financieras globales, mientras que los inversores en fondos de inversión tradicionales responden más a cambios en las condiciones económicas locales.
¿Qué implica todo esto? Pues que el dinero que entra en los países emergentes procedente de los inversores que hacen trading con ETF se mueve más por los ciclos financieros globales que por los ciclos financieros de los países en los que invierten. Dicho de otra manera, que el dinero que entra vía ETF a un país emergente no lo hace tanto porque confíe en la buena evolución de ese país como porque los mercados globales así lo indican.
En el caso de una retirada de fondos que pueda provocar perjuicios para los inversores locales, la justificación no sería una mala evolución del país, sino del ciclo económico global. A quien invierte en ETF no parece importarle tanto el mercado local como el mercado global. Pueden entrar, aunque el mercado local vaya mal, o pueden salir aunque el mercado local vaya bien.
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