La historia es contada desde la perspectiva de Offred, una «criada» asignada a la familia del Comandante, un alto funcionario del régimen autoritario que gobierna el país ficticio de Gilead.
Una crítica social implícita de The Handmaid’s Tale
Que The Handmaid’s Tale es una crítica social está fuera de toda duda. Es obvio que Atwood ha utilizado la literatura distópica para denunciar algunos de los males del sistema patriarcal. Sin embargo, la autora canadiense ha afirmado en varias ocasiones que su novela no es ciencia ficción, sino una obra de ficción especulativa que se basa en hechos reales presentes y pasados.
De hecho, varias de las prácticas que aparecen en la novela -la marginación y el control de la mujer, la censura y la manipulación de la información- no son invenciones de Atwood, sino un reflejo de algunas políticas y prácticas que se han dado en varias sociedades a lo largo de la historia.
Una narrativa compleja con múltiples capas
The Handmaid’s Tale es una novela compleja que se presta a diferentes niveles de interpretación. Por un lado, puede leerse como una obra sobre el control del Estado y la rebelión contra el mismo. Desde esta perspectiva, la narrativa de Atwood se asemeja a algunas de las grandes obras de la literatura distópica, como 1984 de George Orwell o Un mundo feliz de Aldous Huxley.
Por otro lado, la novela también puede ser leída como una historia sobre la resistencia humana. A pesar de las difíciles condiciones en las que viven las criadas y la opresión constante del régimen, Offred y otras mujeres se enfrentan y luchan por recuperar sus derechos y su humanidad. En este sentido, The Handmaid’s Tale se acerca más a las obras feministas y de empoderamiento femenino.
La relevancia de The Handmaid’s Tale en la actualidad
En los últimos años, The Handmaid’s Tale se ha vuelto más relevante que nunca. La adaptación televisiva de la novela, protagonizada por Elizabeth Moss, ha sido un gran éxito y ha llevado a la obra de Atwood a nuevas generaciones de lectores.
Además, la novela ha sido citada en varias ocasiones como una metáfora del régimen patriarcal y sus consecuencias en la vida de las mujeres. En el contexto de la lucha contra el sexismo y el acoso sexual, The Handmaid’s Tale se ha convertido en un símbolo de la resistencia y la lucha por la igualdad de género.
Una llamada a la reflexión y la acción
Por último, The Handmaid’s Tale es una obra que invita a la reflexión y la acción. A través de su narrativa y de los personajes, Atwood nos invita a pensar acerca de los peligros de la opresión y la importancia de la libertad y la justicia social. En ese sentido, la obra es una llamada a la acción y la resistencia contra cualquier forma de opresión y totalitarismo.
En conclusión, The Handmaid’s Tale es una excelente novela distópica que aúna la crítica social con la empatía y la resistencia. Si aún no la has leído, te recomiendo que la incluyas en tu próxima lista de lecturas, no te arrepentirás.