Varios investigadores en todo el mundo aseguran que dos agujeros negros podrían estar próximos a colisionar en los siguientes 3 años. Sus conclusiones se basan en las observaciones de una alteración en una galaxia que se encuentra a 1,200 millones de años luz de nuestro planeta.
Agujeros negros próximos a chocar
Podrían tratarse dos agujeros negros que están en movimiento en el centro de la galaxia SDSS J1430+2303. Los científicos afirman que tienen una masa combinada de cientos de millones de soles y que podrían fusionarse de manera cataclísmica experimentando cambios repentinos y llamativos en su brillo. Creen que este espectáculo podría darse al menos en 100 días, aunque podrían tratarse de hasta 3 años.
Ambos espectros podrían fusionarse en un solo agujero negro tras la colisión. El evento podría convertirse en el más esperado de la astronomía moderna ya que se trata de la primera vez que desde nuestro planeta se observa un fenómeno de tal naturaleza. Se espera que se produzca un extraordinario e inmenso estallido de luz.
“Este choque será inminente”, asegura ScienceAlert. Esto en comparación con otros fenómenos astronómicos que pueden durar cientos y miles de años. Claro está, aunque se espera la colisión de los dos agujeros negros no se sabe con certeza si realmente es lo que ocurrirá en el corazón de la galaxia. Es por ello por lo que los investigadores siguen observando a fin de tener más información y llegar a resultados concluyentes.
¿Qué son los agujeros negros?
Los agujeros negros son objetos astronómicos formados por una estrella con más de 20 masas solares, según la NASA.
Esta termina agotando el combustible de su núcleo y colapsa bajo su propio peso. Al poseer una fuerza gravitatoria tan sorprendente y basta, nada puede escapar de ella ni siquiera la luz.
Los agujeros negros tienen una concentración de masa tan elevada que generan un campo gravitatorio que impide a partícula alguna salir de allí. Ni siquiera la luz pueden escapar de estos objetos astronómicos. En las cercanías de los agujeros negros se suelen formar discos de acrecimiento.
Con el pasar del tiempo pueden ir experimentando cambios, entre ellos, un notable crecimiento a medida que acumula materia que va atrapándose en su interior. Son capaces de atraer el gas de otros agujeros negros o el de estrellas que aún siguen con energía en su núcleo.
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