Una investigación reciente de la Universidad de Estocolmo arrojó que el agua de lluvia no es potable en ningún lugar del planeta por su alto nivel de químicos tóxicos. Basado en las últimas recomendaciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, los científicos descubrieron que en regiones como la Antártida o la meseta tibetana las precipitaciones están por encima de las pautas de agua potable.
Químicos perpetuos en el agua de lluvia
El líquido de las precipitaciones no es potable en ningún lugar del mundo por su alto contenido de químicos tóxicos conocidos como Forever Chemicals (químicos perpetuos en español). Consisten en sustancias polifluoroalquiladas y perfluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en ingles) que se desintegran de forma extremadamente lenta.
Estas sustancias tóxicas se encontraban inicialmente en maquillajes, envases de shampoo y otros, pero ahora se han extendido a todo el medio ambiente lo que incluye el aire y el agua de lluvia. Según uno de los investigadores, el cual es profesor de la Universidad de Estocolmo, informó que no hay ningún lugar en la tierra donde el agua de lluvia sea segura para beber.
El agua de lluvia está por encima de las pautas de agua potable
Según datos recogidos desde hace más de una década la investigación arrojó que incluso en la meseta tibetana o la Antártida, regiones tradicionalmente consideradas prístinas, el agua de lluvia está por encima de las pautas de agua potable que propuso la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Esta región contiene niveles de PFAS 14 veces más alto que las nuevas pautas de la EPA.
La EPA redujo de forma significativa los niveles recomendados de estas sustancias químicas tóxicas tras descubrir que pueden afectar la respuesta inmunitaria de los niños a las vacunas. Las investigaciones demostraron que la exposición a las PFAS está relacionada con problemas de fertilidad, aumento del riesgo de obesidad, retraso en el desarrollo de los niños, así como el aumento en el nivel del colesterol y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
Desde el año 2000 la EPA ha cambiado constantemente las pautas sobre el agua potable a medida que han comprendido mejor el nivel de exposición seguro hacia ellos. “Hemos aprendido más sobre la toxicidad de estas sustancias”, señaló el investigador.
Las PFAS son sustancias químicas tóxicas tan persistentes y omnipresentes en el planeta que nunca desaparecerán del mundo afirmó el citado científico. Tendremos que aprender a vivir con ellas.
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