El sueño y la pesadilla de Estados Unidos se hicieron realidad cuando Donald Trump el jueves pasado pisó una cárcel en Atlanta para cumplir con una orden de la Justicia. Sin embargo, su encarcelamiento fue de corta duración, ya que salió rápidamente en libertad tras pagar una fianza de 200,000 dólares.
La cuarta imputación contra Donald Trump
La llegada de Trump a Atlanta fue televisada por las principales cadenas del país en horario de máxima audiencia. Dentro de la cárcel del condado de Fulton, el personal penitenciario tomó sus huellas dactilares y le hizo una fotografía policial, convirtiéndose en la primera ficha policial de un expresidente estadounidense.
Esta fue la cuarta imputación contra Donald Trump, en esta ocasión por haber intentado revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en el estado de Georgia. Aunque perdió por un estrecho margen contra Joe Biden, Trump insiste en que hubo irregularidades y sigue sosteniendo la falsedad de que ganó las elecciones.
A pesar de las advertencias de que Trump no recibiría un trato especial, su fichaje fue mucho más ágil de lo habitual debido al acuerdo previo entre sus abogados y la fiscalía para su inmediata puesta en libertad. Solo pasaron 20 minutos desde que ingresó a la prisión hasta que salió en el mismo convoy blindado.
No se hacen esperar las protestas
Mientras tanto, fuera de la prisión, simpatizantes de Donald Trump expresaron su apoyo al exmandatario, comparándolo con Nelson Mandela y argumentando que tenía derecho a investigar las elecciones si creía que había irregularidades.
Sin embargo, la fiscal de Fulton Fani Willis acusa a Trump de liderar una trama mafiosa con 18 aliados para intentar revertir su derrota en Georgia. Si es declarado culpable de todos los cargos, podría enfrentar hasta 76 años de cárcel. Una de las principales pruebas en su contra es la grabación de una llamada en la que pidió al secretario de Estado de Georgia que encontrara votos suficientes para revertir su derrota.
Willis busca que el juicio comience el próximo 24 de octubre y pretende demostrar que Donald Trump violó la ley RICO, una legislación utilizada en Georgia para perseguir a capos de la mafia. Aunque el calendario del juicio es considerado agresivo, se espera que Willis tenga éxito, ya que ha tenido logros anteriores con este tipo de casos.
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