Un iceberg de 1,550 km2 equivalente al área metropolitana de Londres se desprendió de la plataforma de hielo Brunt en la Antártida el pasado domingo. El Instituto de investigación del Reino Unido, el British Antarctic Survey BAS fue el encargado de informar el desprendimiento del bloque de hielo.
Un iceberg de proporciones épicas
El iceberg dobla la extensión total del área metropolitana de la ciudad de Madrid y alcanza la de Londres. Con un espesor que llega a los 150 m, el bloque se desprendió de la plataforma de hielo Brunt provocada por la grieta denominada Chasm -1. Sin embargo, los expertos informaron que la zona de la plataforma de hielo donde se encuentra la estación de investigación no se encuentra en peligro.
La grieta que originó el desprendimiento del iceberg lleva una tendencia de crecimiento desde el año 2015 según el BAS. Con todo, empezó su extensión a partir del pasado mes de diciembre cuando se extendió por toda la plataforma. Dicha plataforma es la más vigilada de la Tierra ya que tiene 16 instrumentos GPS que miden la deformación del hielo y se mantiene alerta en tiempo real sobre su estado.
“Los científicos continúan monitoreando la plataforma en tiempo real a fin de garantizar que siga siendo segura con el objetivo de mantener a salvo la estación Halley VI” afirmó el glaciólogo del BAS Dominic Hodgson. El BAS opera en la Antártida 5 estaciones de investigación, 5 aviones y 2 barcos. Realiza trabajos en conjunto con universidades británicas e institutos internacionales y tiene más de 400 empleados.
Es el segundo en los últimos dos años
Dame Jane Francis profesora del BAS explicó el método de trabajo de los científicos sobre el comportamiento de los bloques de hielo. Asegura que los glaciólogos y demás operarios han estado anticipando este tipo de acontecimientos. De hecho, es el segundo desprendimiento que se produce en la zona en los últimos dos años.
La científica asegura que las mediciones en la zona se realizan varias veces al día mediante una red automatizada de instrumentos GPS de alta precisión. Gracias a ello, miden la deformación y el movimiento de la plataforma de hielo. Los datos son enviados posteriormente a Cambridge donde analizan el comportamiento de los bloques de hielo durante el periodo de invierno.
Los expertos del BAS sostienen que a diferencia de otros sucesos el del desprendimiento del bloque de hielo no se ha producido como consecuencia del cambio climático. Con todo, se mantienen alerta para garantizar que el equipo de trabajo esté a salvo en la estación.
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