Aunque existen ciertos estándares de belleza, está claro que la verdadera belleza de la mujer no se mide únicamente por los atributos que posee. Más bien son la seguridad y la confianza que proyecta en sí misma lo que la hace lucir fabulosa vaya a donde vaya. Sin embargo, está claro que en algunos casos existen ciertas cosas que se buscan mejorar a nivel de estética, y uno de los recursos más utilizados en la actualidad es la bichectomía.
La bichectomía ¿en qué consiste?
Las bolsas de bichat son acúmulos o depósitos de grasa que se ubican en la región de las mejillas. Ahora bien, dependiendo del tamaño que tengan, pueden darle cierta forma al rostro, bien sea redondeada o alargada. En caso de que una mujer tenga bolsas de bichat muy grandes o pronunciadas, evidentemente lucirá con grandes cachetes, aún cuando no sea una persona que tenga sobrepeso, pues es algo que no depende precisamente de ello.
Cuando una mujer no se siente cómoda con este tipo de condición, puede que se sienta motivada a someterse a una cirugía a fin de retirar el volumen sobrante de estos depósitos de grasa. Tras la cirugía, la paciente lucirá una apariencia más delgada, estilizada y con una estructura ósea más definida. Sin embargo, a pesar de su popularidad, es común toparse con bichectomia mal hecha, ¿qué hacer en estos casos? ¿Cómo prevenir este riesgo?
La bichectomía consiste en extirpar las bolsas grasas de bichat, se trata de la reducción quirúrgica del exceso de grasa de las mejillas, la cual se lleva a cabo mediante una incisión de 1,5 cm en el lado interno de cada una de ellas. Con esta cirugía se busca conseguir un rostro más definido y con un efecto de adelgazamiento sin cicatrices visibles, pues es un trabajo que se ejecuta desde dentro de la boca al extraer de forma controlada la grasa.
Tanto el profesional médico, como el propio paciente considerarán la cantidad específica de grasa que será extraída por debajo del músculo a fin de conseguir los resultados deseados en cada paciente. Posteriormente se realiza el cierre con suturas reabsorbibles y no se necesitan vendajes externos. En la mayoría de los casos, la operación dura entre dos y tres horas, por tanto no es necesaria una hospitalización aún cuando se recurre a una anestesia local.
Posibles síntomas tras la bichectomía
Entre los síntomas más comunes de la bichectomía está la percepción del paciente de que una de las mejillas muestra mayor induración que la otra, pero este efecto se va reduciendo poco a poco. Una vez finalizada la bichectomía se necesita seguir una dieta blanda durante una semana aproximadamente. Por otro lado, la molestia y el dolor debe controlarse con ciertos analgésicos, y para ayudar con las zonas inflamadas, se puede utilizar un poco de hielo.
Un aspecto que no debemos pasar por alto, es que este tipo de operaciones está contraindicada en personas con la cara muy alargada, con poco relieve en el pómulo o con mucha flacidez.
Importancia de acudir a una clínica especializada
¿Qué hacer para evitar una bichectomía mal hecha? Lo más recomendable en este sentido es solicitar ayuda profesional especializada.
Aunque se trata de una operación que no requiere hospitalización, no significa que sea sencilla y pueda realizarse por cualquier persona. En este sentido recomendamos beOne, una clínica maxilofacial y estética de Madrid. Aquí cirugías como la bichectomía son dirigidas por grandes eminencias a nivel nacional de la cirugía maxilofacial, el Dr. Pedro Losa y el Dr. Jorge Guiñales. Acudir a un personal cualificado como ellos, es la mejor manera de lograr el éxito.
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