Sí, así como lo oyes, los hombres también sufren de transtornos alimenticios incluso con mucha más frecuencia que en años anteriores. Es más, tienen más posibilidad que las mujeres de sufrir estos transtornos tanto que según estimaciones recientes representan el 15% de los casos de anorexia nerviosa.
Pero lamentablemente a menudo pasan desapercibidos. Así lo relata el presidente del programa de embajadores de la asociación nacional de transtornos de la alimentación, Sheldon de 34 años. Cuando comenzó a relatar sobre su experiencia en público, un miembro de la audiencia, igualmente médico, se puso de pie para decir que Sheldon había sido mal diagnosticado debido a que no era ni demasiado grande ni demasiado delgado.
Lo cierto es que Sheldon ha tenido problemas de imagen corporal desde los ocho años, y cuando esto se convierte en un trastorno alimenticio concreto, no pudo reconocerlo y obtener ayuda necesaria debido al estereotipo de que estos tipos de trastornos sólo le ocurren a las adolescentes.
¿Qué es un trastorno alimenticio?
Es una enfermedad que afecta negativamente la salud del individuo, el cual tiende a preocuparse en exceso por el peso y la comida, llegando a la anorexia o a la bulimia. Sus consecuencias pueden ser desde enfermedades renales hasta la muerte, por lo que es urgente atenderla a tiempo con un especialista.
Blake Woodside, director médico del programa de transtornos alimentarios del hospital general de Toronto, a este respecto dijo que los hombres también sienten presión social por adaptarse a algunos tipos de cuerpos masculinos que la sociedad considera aceptables. Y en muchos casos, los hombres por cumplir con estos ideales limitan las calorías al comer, se ejercitan excesivamente o limitan el consumo de nutrientes como grasas y carbohidratos.
¿Por qué pasan desapercibidos?
Todo se debe a estigma y exclusión. Investigaciones han demostrado que los cambios en los senos y la pérdida de la menstruación son clave para el diagnóstico de un trastorno alimentario en el caso de las mujeres. Sin embargo, los hombres y los niños aún siguen excluidos de la mayoría de las investigaciones sobre estos transtornos.
Allí es donde entra el estigma, debido a que los hombres y los niños, así como quienes los rodean aún no reconocen señales en el comportamiento que los hagan pensar que lo padecen. O en algunos casos se muestran reacios a buscar ayuda porque creen que eso amenaza su masculinidad puesto que socialmente es una enfermedad que “sólo afecta a las mujeres”.
A esto le sumamos la propaganda que hay en las redes sociales. Celebridades y personas influyentes día tras día publican sus excesivos entrenamientos, junto con fotos de sus cuerpos musculosos y comidas tramposas.
¿Podemos ayudar?
Aunque no todos podemos estar muy familiarizados con algunas señales de los transtornos alimenticios en hombres y niños, si podemos ayudar siendo muy observadores. Lo cierto es que los adolescentes siempre tienen buen apetito, devoran todo lo que consiguen a su paso.
Siendo así, si notamos que alguien cercano a nosotros cambia repentinamente sus hábitos alimenticios, merece atención. Así como también si notamos cambios importantes en campos como las actividades del día día o sus relaciones interpersonales.
A pesar de que puede ser un problema delicado que amerita inmediata atención, el doctor Woodside afirma que los hombres y los niños que reciben tratamiento adecuado para sus transtornos alimenticios obtienen buenos resultados, así como su estabilidad emocional, social, familiar y laboral.
Añadir comentario