La famosa zona de prostitución denominada barrio rojo de Ámsterdam está en proyecto para ser desplazada por la alcaldía de Ámsterdam hacia un nuevo centro erótico en los suburbios. Sin embargo, el proyecto ha desatado muchos enfrentamientos entre las trabajadoras sexuales y los nuevos vecinos que se oponen encarnizadamente a dicho cambio.
La alcaldesa defiende al traslado del barrio rojo de Ámsterdam
Una gran cantidad de vecinos de los suburbios afectados están totalmente opuestos a que se instale el nuevo centro de prostitución cerca de sus casas. A esta protesta se le unieron las trabajadoras sexuales quienes desean quedarse en el actual centro rojo de Ámsterdam caracterizado por vitrinas iluminadas con neón escarlata cerca del centro histórico de la ciudad.
La alcaldesa Femke Halsema ha defendido con todas sus fuerzas el plan de traslado del enorme burdel a un nuevo suburbio, sin embargo, no ha logrado convencer a la colectividad. Los vecinos temen que el alboroto del barrio rojo de Ámsterdam llegue a sus calles.
Por otra parte, las trabajadoras sexuales estiman que se les esté utilizando como chivo expiatorio de la alcaldesa en un intento por controlar el turismo de masas en el centro de la ciudad y la criminalidad. Una trabajadora sexual afirmó que la alcaldesa las trata como si fuesen una simple atracción turística y que “la gente viene a burlarse de ellas y humillarlas, pero la realidad no es así”
Ámsterdam desea renovar su imagen
La ciudad conocida por ser la meca de la prostitución legal desea zafarse de su imagen de ciudad del pecado. El objetivo es tratar de reducir el turismo de fiesta. La alcaldesa visiblemente cuestionada durante sus encuentros con los vecinos afirma que siempre habrá resistencia sea cual sea la solución elegida.
Las trabajadoras del barrio rojo de Ámsterdam manifestaron en las calles de la ciudad con pancartas que decían “salven al barrio rojo”. También afirman que un posible traslado podría afectar su seguridad y actividad laboral.
En esta controversia también ha estado involucrada la Agencia Europea de Medicamentos que luego de que Londres saliera de la comunidad europea se mudó a Ámsterdam. Está firmemente opuesta a que el nuevo barrio rojo de Ámsterdam esté cerca de su nueva sede en el sur de la ciudad. A pesar de todo, la alcaldesa sostiene que la empresa sabe perfectamente en qué ciudad está, con lo que desestimó sus quejas.
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